Clínica Maruenda

  • Lugar Elche (Alicante), España
  • Fecha 2020
  • Website clinicamaruenda.es
  • Reportaje fotográfico David Frutos

Un ejercicio sencillo, aparentemente, de reorganizar una clínica dental. La fachada sobre la que no se interviene, unas consultas que ya están y una estructura de pilares a la que hay que adaptarse. La posición del espacio de entrada define el espacio más público: el de acogida y control, estableciendo la relación entre las dos plantas por la esclaera que se superpone a la recepción y que sirve de fondo a la salida de la zona de espera y también a la salida, tras la consulta.

La estructura con la que hay que establecer relación está constituida por dos pilares, uno que aparece en la esquina de la zona de espera y otro que se ve rodeado por la recepción; dos pilares y dos formas de apropiárselos.
La primera sensación que se tiene al entrar en la clínica es la de comodidad o quizá sería mejor hablar de calidez. Una paleta de colores cálidos nos envuelve, dejando la planta superior y los espacios que ya existían para mostrar la asepsia que en una clínica se espera.

Un suelo de madera sirve de apoyo y elemento unificador de todo el proyecto, apareciendo de forma puntual en la carpintería de la puerta de entrada y de la zona de espera y en puntos muy especiales de remates.
Pasados los primeros momentos de sentirse acogido en este espacio pueden aparecer las reflexiones sobre los puntos de arranque de este proyecto y esa necesidad que empieza a mostrarse de querer buscar recursos en el las reflexiones sobre el uso, sobre las particularidades de una clínica dental y esa mirada incisiva que podríamos tener hacia las particularidades de esta actividad.

Quiero pensar que no soy la única que ha percibido la capacidad que tiene un dentista para apreciar las pequeñas diferencias en el color que aparecen entre una dentadura y otra, algo que al resto le parece inapreciable hasta que lo ve. También pienso en esa constancia en la búsqueda de las menores dimensiones, de los materiales más sofisticados y en las alianzas entre ellos.

Esta clínica se mueve en esas áreas de sensibilidad que ella encuentra en sus clientes, se maneja con la sutileza del color, ese color carne que rodea la dentadura, con un grado de sofistificación maravilloso y consigue esos reflejos de la dentadura en una versión povera con los elementos cerámicos para las zonas de protección, en concreto para la zona de recepción y para la envolvente de la zona de espera. En el uso de la cerámica he tenido el cuidado de no intentar obviedades y es así que hay que mirar con atención para poder encontrar esas proximidades.

La escalera es la conjunción de la búsqueda de la menor dimensión en sus elementos y camuflándose con el color, al mismo tiempo que se convierte en protagonista, en autentica escultura de este espacio de entrada. Ese juego de mínimos también sucede en la lámpara de recepción y en su ajuste a la rotulación, encontrándonos cómo juega con su presencia dorada y la sombra cuando quiere que sea notable su visión, al buscar aquella sobre alguna pared, mientras que en otros casos consigue la mayor de las ligerezas. De nuevo, otro juego con lo que sucede en una clínica dental.

  • Lugar Elche (Alicante), España
  • Fecha 2020
  • Website clinicamaruenda.es
  • Reportaje fotográfico David Frutos