Pecha Kucha

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  • Lugar Centre de Cultura Contemporànial L'Escorxador (Elx)
  • Año 2011

Buenas noches.

Es un placer ser la representante de mi agencia y la encargada de contaros nuestra experiencia.

Bien…

Así es como nos sentimos ahora mismo. Flotando en el agua. Moviéndonos en un medio que no dominamos pero absolutamente atraídos por su sensualidad, su plasticidad y su belleza”.

Todos nosotros, seamos o no arquitectos, nos dedicamos intensamente a la Arquitectura.

Gracias a estar inmersos en ese mundo, tuvimos una oportunidad sensacional.

 

En Algueña, COR Consultoría de Recursos Arquitectónicos, mis compañeros y amigos, acababan de terminar una obra en la Casa de la Música, antiguo cuartel de la Guardia Civil.

Pese a los cambios evidentes y “lavado de cara”, todos lo seguían percibiendo como lo que fue, con todas sus especiales cualidades: poder, autoridad, conflicto… Todas tan diferentes de las que se debían tener ahora.

Sabíamos que no podíamos dejarlo tal cual y se merecía un punto de inflexión.

Como si de una herida se tratara, las ventanas dejaban al descubierto la carne viva, mostrando físicamente su interior.

Ése era el reto y ahí debía concentrarse la intervención.

Demostrando que el edificio había cambiado desde dentro… Ahora era alegría, música, aprendizaje, esfuerzo y color.

Las instrucciones de uso no eran nada complejas. Escogimos 4 colores vivos para conseguir una intervención global homogénea y dejamos completa libertad para expresar la nueva identidad para favorecer una intervención particular heterogénea.

Con sólo dos semanas de antelación, convocamos a más de 60 artistas para que dieran su visión personal del cambio (profesionales, amateur, profesores y alumnos de Bellas Artes).

Todavía sigo impresionada de la confianza y entrega de la gente y la capacidad de expansión de los artistas y el poder de convocatoria de algunos, a los que agradezco personalmente su esfuerzo.

Y… así fue.

Desde las 8 de la mañana hasta las 3 de la tarde, se subieron a andamios y sin miedo y sin pedir nada a cambio… lo dieron todo.

Estilos totalmente diferentes que convivían con total naturalidad. La frescura punk veinteañera de Isabel Ortín y su “amor al arte” fundido en un beso, junto al paisaje tierno y conocido de Ramón Rico, sentado a la sombra de l almendro, como tantas otras veces…

Aparte de la paella como recompensa a un largo día de trabajo, consideramos darles un regalo más.

David Frutos, nuestro fotógrafo de Arquitectura, les hizo una sesión de fotos que eran mucho más que eso. Era otra obra de arte.

De la acción tridimensional al formato en dos dimensiones en el que el autor se funde con su intervención.

Los resultados fueron exquisitos.

Laura Guillén y Reiner Izquierdo, artista ilicitana y artista cubano, cuyas propuestas están ubicadas en la fachada principal, son un elemento más de la imagen, perfectamente encajado e indispensable.

Observando la manera de vestir, de posar… entendemos plenamente su obra.

David supo plasmar la diversión y el tinte naïf de la acción artística.

Los colores tan vivos auguraban ya un festival, una explosión… una transformación.

Ya era realidad.

Nadie lo reconoce como un cuartel.

Sólo la impresionante artista plástica Mercé Payá se saltó las reglas, oscureció su paleta y consiguió una maravillosa ventana especular que reflejaba la cantera y los viñedos.

Talentosa en muchas disciplinas… fue una de las protagonistas de nuestro siguiente proyecto.

 

Y aquí está.

En la inauguración de Hábitat Desnudo, la exposición bidisciplinar de poesía y pintura en la que recitó poemas con un tempo y entonación que todavía hoy me emocionan.

Gracias Mercé.

Los poemas de Luis Felipe Estrada convertidos en pintura por Rafael Maestro y arrojando una suave sombra entre ellos que los enlaza temporalmente.

Una poesía fresca y sin artificios complementada por colores desaturados y jirones de telas componen un paisaje bello: un hábitat desnudo.

Volviendo al MUCA, Casa de la Música Cultura y Arte en Algueña, entramos en el edificio y nos reciben unos labios carnosos que nos seducen y nos hacen seguirle la pista a su autor: Juan Palomares.

Juan tiene un don natural para representar la belleza… Qué hallazgo, Qué suerte haberle encontrado.

Ahora somos grandes amigos.

Tanto que no dudé posar para él y transformarme en una especie de ser deforme para su colección de monstruos.

Ahora tenemos una estrecha relación y varios proyectos en marcha. Somos fans incondicionales.

Retrata la belleza, sí, pero tiene una mirada crítica ante los estereotipos sociales y lo establecido que es, sin duda, lo más fascinante de su obra.

Después de todas esas sensaciones y esas intensas experiencias, empezamos a pensar en dedicar gran parte de nuestro tiempo en esto tan gratificante.

 

Éste es el estudio de David Frutos y su padre Llamazares, pintor leonés. Aquí está su obra, 40 años sin ver la luz. Una colección de altísima calidad que podremos mostraros este año que viene.

Mientras surgen colaboraciones, proyectos, comisariados… nuestro muro creativo se llena de ideas e ilusiones, imágenes y atmósferas.

Desde que decidimos empezar, se ha encadenado un proyecto con otro, una oportunidad detrás de otra, como estar hoy con vosotros.

Y todo sale bien. Siempre.

 

Aquí estamos todos.

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  • Año 2011